Prestando un oído atento a los estudiantes

Ivonne, líder de un grupo de estudio bíblico, escuchando a una estudiante 
Los estudiantes cristianos organizaron una tarde destinada a escuchar a sus compañeros. La motivación principal fue abrir un espacio para compartir los sentimientos y pensamientos tras los sismos del mes de septiembre.

La dinámica fue, básicamente, invitar a los estudiantes que pasaban y ofrecerles un oído atento. Los estudiantes designados para escuchar, llevaban los ojos vendados, y no hablarían, a menos que el que hablaba pidiera un consejo. Esto se hizo por parejas, para permitir libertad al hablar.

La intención fue animar a que se expresaran libre y abiertamente, sin sentir que recibirían un juicio o serían censurados. Todos necesitan ser escuchados. Simplemente era un espacio para abrirse. Muchos jóvenes estudiantes vivieron estos eventos sin poder expresar lo que sentían, o sin ser conscientes de lo necesario de hablar con alguien dispuesto a escucharlos.

Algunos de ellos se mostraron abiertos a escuchar consejo y palabras de aliento por parte de los estudiantes cristianos, quienes les animaron a través de las Escrituras. Se les obsequiaron Nuevos Testamentos.