Sacrificio en nuestro favor


El libro de Hebreos ha estado muy presente en mi vida en los últimos meses. Me he maravillado con la supremacía de Jesús, quien es superior que la ley y su sistema de sacrificios, superior que Abraham, que Moisés y que los ángeles.

De forma especial, me ha impactado lo que hizo Jesús como nuestro sacerdote. Todos los sacerdotes hacían un sacrificio por su propio pecado, pero Jesús no necesitó dar sacrificio por sí mismo ya que él no tiene pecado.

Un sacerdote es tomado de los hombres y constituido en favor de ellos. Dios, por su gran bondad, estableció como nuestro mediador a su Hijo Jesús, mostrando así su gracia a una humanidad pecadora. Este sacrificio ocurrió una sola vez y para siempre.

Ahora podemos, por este sacrificio, acercarnos a él con confianza y él nos recibe en paz. Esto me llena de esperanza al acercarme a Dios, ya que él dio a su Hijo Jesús como nuestro Sacerdote y sé que él está interesado en una relación con nosotros.

“Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios, entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él” Hebreos 10:21-22, NTV