Dios ha hecho, Dios hará

Cruzando el desierto, imagen ilustrativa
En el mes de junio concluimos el estudio del libro de Génesis. Este se ha llevado en la célula de profesionistas que se reúne cada lunes en un restaurante ubicado en Calzada de Tlalpan, esquina con el eje 5 sur.

El propósito de esta célula, como de las otras células de profesionistas, es profundizar en la Palabra y reflexionar acerca de lo que dice a nuestra vida cotidiana. Especialmente, estos grupos están dirigidos a aquellos que trabajan, que viven en el ajetreo cotidiano y el estrés, tanto cristianos como no cristianos. La idea es abrir la Biblia, escuchar la voz de Dios mediante el estudio profundo y sistemático, y entender las implicaciones para las decisiones que tomamos todos los días.

Es un espacio para compartir el evangelio con los compañeros de trabajo, animar a los cristianos a ser sal y luz, y también una comunidad de creyentes que se fortalecen unos a otros con la amistad y la oración.

Génesis nos habla hoy

Estudiar todo el libro de Génesis nos tomó más o menos un año, y varios profesionistas pasaron por aquellos estudios, meditando y haciendo preguntas. Aprendimos mucho, y pudimos recordar quién es nuestro Dios, cuál es su carácter, cuáles sus propósitos y cuál su diseño original para la humanidad.

También repasamos aquellos momentos clave donde Dios establece su plan de redención, que tendría su cumplimiento en la cruz del Calvario.

Y en medio de esa gran historia universal, de esos planes cósmicos del Dios Todopoderoso, vimos también su trato con individuos, su amor y compasión hacia personas, familias, parejas y pueblos. La paciencia de Dios hacia Abraham, Isaac y Jacob es muy notable. Su control sobre eventos como la sequía, la hambruna y el diluvio es sorprendente. Su amor por aquellos niños como Ismael, Isaac o Jacob es conmovedor.

Conociendo a Dios

Fue alentador recordar que nuestro Dios es fiel, desde la creación, la caída y la promesa de salvación.

En especial, fuimos animados y desafiados por la vida de José, al que Dios escogió como instrumento para salvar pueblos. En especial, para mantener con vida a su familia, de donde provendría el Salvador del mundo.

Las palabras finales del libro nos impactaron profundamente, pues muestran la confianza de José en las promesas de Dios. Él ha sido fiel a sus promesas desde el principio. Él prometió y después hizo lo que prometió; por lo tanto, afirma José, Él cumplirá lo que nos ha prometido, aunque no lo hemos visto aún. Es un hecho que saldremos de Egipto, y que nuestro Dios nos librará. Lo prometió, por lo tanto, lo hará.

Aplicando el mensaje de Génesis a nuestra vida

En uno de los primeros estudios de Génesis. Katia, Pame, Ruth, Benjamín, Monika, Pablo, Judá, Hendi
Estudiar el libro de Génesis en este año, nos ha ayudado a fortalecer nuestra confianza en Su Palabra. Hoy, nosotros no esperamos que venga el Salvador, pues ya vino y pagó por nuestra maldad. Hoy esperamos que Él regrese, y podemos vivir en este mundo sirviendo a Dios y a nuestro prójimo con la certeza absoluta de que Jesús volverá.

¡Dios ha hecho, Dios hará!