... creados de nuevo en Cristo Jesús

EduCampa

Durante diciembre (16 al 26) Dios nos dio la oportunidad de participar en el EduCampa 2018. Se trata de una Escuela Bíblica de Vacaciones organizada por Educando para la vida, un ministerio guatemalteco enfocado en dar enseñanza integral a los niños desde el evangelio.

Educando para la vida tiene 19 años trabajando en Zaragoza, una comunidad en Guatemala. Trabajan todos los días con los niños, con regularización escolar y enseñanza bíblica. El objetivo es evitar la deserción escolar, para que los niños tomen decisiones constructivas de vida. Además, todo el tiempo se les enseña la Biblia para que conozcan a Dios y vivan de acuerdo a su voluntad.


EduCampa se realiza cada dos años, y dura cuatro días. Este año el lema fue "ValorArte: Sos vida". La temática general se enfocó en comprender que somos creados a imagen de Dios, con una dignidad intrínseca dada por nuestro creador. Esta enseñanza es clave para la vida de los niños, para que comprendan que Dios lo ama, que en Jesús hay salvación, y que Dios quiere que vivan vidas de alegría y plenitud.


Nuestra participación como pareja fue preparar la enseñanza bíblica e impartirla a los niños. También dimos la enseñanza a los voluntarios que trabajaron en diversas áreas del campamento, para que todos tuviéramos claridad en cuanto al contenido bíblico.

El evento se desarrolló en tres etapas:

Inducción para voluntarios

Rodolfo Rodas, director de Educando para la vida, da comienzo a la inducción
El EduCampa reunió voluntarios de diferentes países (Canadá, Inglaterra, Puerto Rico, México, Costa Rica y Guatemala). El equipo llegó con disposición para trabajar en las diferentes áreas que incluyó el campamento.

En estos tres días, nos dedicamos a armar equipos, se nos asignaron nuestras responsabilidades y también estudiamos los pasajes bíblicos que dieron base a la enseñanza para los niños.

Parte del equipo de voluntarios
Algo muy conmovedor fue que algunos de los voluntarios más jóvenes fueron niños que participaron muchos años en el programa de Educando para la vida. Ahora ellos están sirviendo a otros niños porque sus vidas han sido impactadas por el evangelio y por el trabajo realizado por este ministerio.

Otra actividad importante fue integrarnos como equipo, conocernos y compartir momentos de alabanza, enseñanza bíblica y oración. Fue una alegría conocer a este grupo de jóvenes deseosos de servir, y también dispuestos a aprender.

En esta foto faltan los voluntarios de la brigada médica, que fueron médicos de diferentes especialidades, que estuvieron atendiendo a los papás de los niños que participaron en el EduCampa.

EduCampa Valorarte: Sos vida

Niños que asistieron al Educampa y voluntarios
Después vinieron los días de la Escuela Bíblica de Vacaciones. Aquí se realizó el trabajo principal de este proyecto. Asistieron 190 niños de Zaragoza y las aldeas Rincón grande y Rincón chiquito.

Durante estos días, se trabajó por estaciones desde la mañana. Los niños fueron divididos en seis grupos, y pasaron por las estaciones: Enseñanza, memorización del versículo bíblico, arte manual, pintando el mural, recreación, y libro de trabajo.

La estación "Enseñanza"

Todo se llevó a cabo en una escuela primaria de la aldea Rincón grande. El director prestó las instalaciones, ya que conoce el impacto que tiene esta actividad en la vida de los niños y sus familias.

Toda la enseñanza de esos días se derivó del versículo bíblico Efesios 2:10

Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. (NTV)
Se explicó que Dios nos creó a su imagen, como una obra maestra. Se abordó la situación del pecado y la desobediencia del hombre, y la necesidad de ser creados de nuevo en Cristo Jesús. Venir a Él con fe, nos hace hijos de Dios, nos restaura como una obra de arte. Finalmente, el llamado del hijo de Dios es hacer lo bueno en todo momento.

Estos tres principios fueron el eje que guió toda la enseñanza y todas las actividades realizadas en esos días.

Para nosotros fue algo hermoso escuchar a esos niños y adolescentes repetir y entender que son la obra maestra de Dios. Muchos vienen de contextos de violencia en casa, o la ausencia de uno o dos padres. Algunos tienen que trabajar, y otros no reciben una alimentación adecuada. Para ellos era vital comprender que Dios los creó con amor, y que los ama y quiere restaurarlos, como obras de arte.

Se les presentó con claridad el evangelio, y se les invitó a creer en Jesús para nacer de nuevo y cambiar el rumbo de sus vidas.

El nacimiento viviente

Por las tardes, después de la comida, los niños trabajaron y ensayaron en un gran proyecto teatral. Un nacimiento viviente. En Guatemala lo conocen como "Belén viviente". Es una pastorela donde se representan escenas del nacimiento de Jesús. Y el distintivo es que todo es real: los animales, el bebé, y el escenario se recrea de la forma más realista posible.

Algunos padres de familia se involucraron en la construcción de la posada, el establo y el pesebre. Muchas mamás ayudaron a hacer los vestuarios de los niños y a preparar el ponche que se ofreció en la noche de la presentación. Muchos prestaron a sus animales. En pocas palabras, todos se involucraron.

Los niños hicieron su utilería, otros actuaron, algunos fueron el coro de ángeles y otro grupo hizo una coreografía.

Escenario del nacimiento viviente
Todo inició con un desfile en la aldea Rincón grande. Después comenzó la obra, basada en la narración del evangelio de Lucas.

Desfile
Desfile
María y José
El coro de ángeles

Dirigir el Nacimiento viviente, junto con el director del coro, fue una gran experiencia y un gran reto. En el escenario participaron los 190 niños, junto con todos los voluntarios. Además, el bebé Jesús fue también un bebé real, que tenía pocos meses de haber nacido.

Retiro para los voluntarios

La experiencia concluyó con un retiro para los voluntarios. Tuvimos espacios de alabanza, enseñanza bíblica y tiempo de reflexionar y procesar lo vivido durante esos días intensos.

Pasamos juntos la navidad en un campamento cerca del Lago de Atitlán, que es un lugar muy bello. Descansamos, paseamos, oramos, convivimos y celebramos.

En el mirador
Lago de Atitlán
Estos días fueron unos días muy valiosos para pasar tiempo con los voluntarios, y ver lo que Dios les está llamando a hacer en sus vidas. Todos ellos son jóvenes, algunos de secundaria, que están tomando decisiones y buscando su llamado.

También tuvimos descanso físico del trabajo realizado, y pudimos hacer una pausa para reflexionar.

¡Gracias a Dios!


Damos muchas gracias a Dios por habernos permitido participar en este proyecto. Aprendimos mucho, y vimos las grandes maravillas de Dios en la vida de los niños.

Te invitamos a conocer más de Educando para la vida. Llévalos en tus oraciones.